Pasto Y Forrajes
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Los pastos constituyen la fuente de alimentación más económica de la que dispone un productor para mantener a sus animales. Sin embargo, depende de un manejo adecuado para que el pasto adquiera todo su potencial y al ser utilizado, desarrolle las funciones de crecimiento, desarrollo, producción y reproducción en los animales.
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Manejo del Pasto Y Forrajes
La dinámica del pastizal es tal que los excedentes, una vez envejecidos, se transforman en un obstáculo para la conversión de pasto en carne. Sólo un manejo activo del pastoreo puede aumentar a la vez la producción de carne y la de pasto, además de mejorar la estructura y la calidad del pastizal.
En las zonas subtropicales y tropicales, el crecimiento de los pastos es muy alto durante gran parte del año, debido a las altas temperaturas combinadas con humedad. Esto lleva a que los pastos tiendan a envejecer, disminuyendo notablemente su calidad.
La pérdida de calidad del forraje no permite que los animales en pastoreo dispongan de la cantidad adecuada para lograr las máximas ganancias de peso posibles a campo en función de su potencial genético. Ello conduce a que la producción de carne anual por individuo y por unidad de superficie (hectárea) sea muy baja en relación con el potencial forrajero.
En consecuencia, la gran mayoría de las empresas ganaderas obtienen una baja producción de carne debido al bajo consumo de materia seca, que a su vez se debe a la baja calidad del forraje ofrecido.
Para aumentar la producción de carne, entonces, se requiere que los animales consuman la mayor cantidad de materia seca posible, y para ello, es necesario que la calidad del pasto sea óptima.
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